viernes, 20 de febrero de 2015

¿Por qué empezamos con el balance?

En nuestro último tema,  se presentó una visión general de la materia. En esta entrada, vamos a responder a la  pregunta; ¿por qué empezamos todo análisis financiero con el balance general

Para responder a esta pregunta, primero tenemos que pensar en lo que es en realidad el balance. El balance nos muestra los activos que la empresa posee o controla, (veremos el tema del control en una entrada posterior), y cómo se financian estos activos.

¿De dónde proviene el dinero para financiar ellos? Puede ser el caso de que los fondos provengan de fuentes externas, como los bancos, que pueden prestar dinero a la empresa para adquirir los activos, o pueden ser los propietarios que pongan el dinero para financiar los activos, o alguna combinación de ambos.

Y eso es lo que el balance nos muestra. Por un lado los activos,  las cosas que proporcionan beneficios futuros al negocio. La definición de un activo es un recurso que proporciona beneficios futuros.  Los beneficios futuros que proporcionarán los activos deben poderse medir. Tenemos que ser capaces de identificarlos. Y debemos esperar que se produzcan con una certeza razonable.

Los activos, como decíamos, se pueden financiar mediante  dos fuentes principales:

La primera son los bancos, o tal vez los proveedores.  Representan obligaciones futuras para la empresa. Si pedimos prestado dinero a los bancos, naturalmente tendremos que pagar el préstamo y los intereses en algún momento.  O si nuestros proveedores nos dan crédito, eventualmente tenemos que cumplir con las obligaciones.

Completando el financiamiento de la empresa está el patrimonio. El patrimonio está formado por  los fondos que los propietarios han puesto en el  negocio para adquirir activos.

Demos un vistazo a las cifras de una empresa conocidad del medio.  Según cifras del 2013 Farmacias Fibeca tenía US$ 161MM en activos, en gran parte propiedades y mercadería.  Pensemos ¿cómo financió Fibeca esta cantidad de activos? Fuentes externas de financiamiento contribuyen con US$128 MM.    El resto proviene de los propietarios, US$ 33 MM.

Otra forma de  ver el balance es la siguiente;  los activos son lo que la empresa posee, sus pasivos es lo que debe la empresa, sus obligaciones futuras.  Y el patrimonio es  la diferencia entre lo que la empresa posee y lo que la empresa debe.

Entonces, ¿por qué empezamos con un balance cuando estamos tratando de evaluar la salud financiera de un negocio?

Primera razón:   porque no podemos generar ingresos o rentas a menos que tengamos activos. Todo comienza con los activos. Si se trata de una empresa minera, se necesita un equipo y una licencia minera. Y esa licencia se puede registrar como un activo en el balance de ese negocio. Un  supermercado, necesita almacenes, perchas, inventario. La aerolínea requiere de aviones.  Un consultor requiere una laptop al  menos, y un nombre comercial (aunque el nombre comercial no es algo que podemos poner en el balance general,  a menos que lo hayamos comprado, ya que entonces se puede medir).

Segunda razón: Prácticamente todas las actividades que una empresa realiza, se reflejan en su  balance de alguna manera. Si la empresa compra los activos,  si  vende acciones para comprar activos. Si paga dividendos a los accionistas, si  toma deuda bancaria. Todos estos movimientos se reflejan en el  balance.

Pero también, cuando el negocio genera ingresos mediante la venta de productos o la venta de servicios, hay un impacto en el balance. Si se recibe el pago en  efectivo, se refleja en la cuenta bancos o caja, si la empresa vende a crédito se registra en cuentas por cobrar, que una cuenta de los activos.    Si la empresa paga salarios a su personal, lo cual es un gasto, se afecta el  balance porque el efectivo se ve afectado, y el efectivo es un activo.

Nos ocuparemos de los activos corrientes o activos a corto plazo, con más detalle , en la siguiente entrada.

Introducción a la materia Finanzas para no Financieros

Este materia  trata sobre como predecir el rendimiento o desempeño  de un negocio y evaluar su fortaleza o salud financiera global.

Para poder cumplir este objetivo, tenemos que saber leer e interpretar los estados financieros de una empresa y sacar conclusiones de estos informes financieros.

Podríamos tratar de evaluar el desempeño de un negocio dando un vistazo a su tamaño, o a su cuota de mercado, el número de clientes que tiene.

Podríamos mirar el número de empleados que tiene. Si se trata de una cadena de tiendas, el número de tiendas que posee. Toda esta información nos darían una cierta sensación de la fuerza y ​​salud financiera de la empresa.

Pero esto no es suficiente. Podríamos tener un negocio que es muy grande, en términos de su volumen de activos, pero podría darse el caso de que estos activos no están generando suficientes ingresos. O que esos activos están generando utilidades o ganancias para la empresa, pero no hay suficiente dinero en efectivo procedente de esas ganancias para la empresa.

Así que un negocio podría verse bien, e incluso puede verse bien en sus informes financieros. Pero tenemos que saber dónde observar con más profundidad, qué preguntas hacer y dónde buscar respuestas a esas preguntas.

Se trata en gran medida de profundizar en los supuestos que  ha tomado la empresa analizada, en la construcción de los estados financieros.

Un par de ejemplos de esto. Podríamos tener un negocio en el que vemos que sus activos están creciendo. Pero sus activos puede estar creciendo porque se adquirió otras empresas. Y si sus activos están creciendo, sus ingresos están creciendo. Por esto, la empresa parece que lo está haciendo bien.

Pero estas adquisiciones  podrían no estar generando una rentabilidad suficiente. Puede que no estén rindiendo  como esperaban. Puede haber signos de alerta temprana que los negocios no han sido bien integrados, y que no va a haber suficientes retornos de efectivo para  que la empresa sea capaz de cumplir con sus obligaciones.

Podríamos tener dos negocios que son idénticos en términos del tamaño de activos, pero uno tiene más obligaciones futuras que otro. Y esta situación genera dudas sobre la capacidad  de cumplir con esas obligaciones, por lo que  tenemos que mirar de cerca esta situación.

Necesitamos poder identificar señales de alerta temprana de que la empresa  puede no  estar  tan bien como se ve en el papel. Podemos ver que la empresa tiene grandes beneficios. Pero ¿cómo evaluar si la empresa está asumiendo altos riesgos con el fin de obtener esos beneficios? ¿Son esos beneficios sujetos a gran variabilidad? ¿Y qué significa esta variabilidad para el negocio y como afecta al cumplimiento de las obligaciones futuras que tiene la empresa, como el pago de su deuda o el pago a sus empleados?

Y aún más, cuando estamos estudiando los informes financieros de una empresa, tenemos que pensar en el contexto del negocio que estamos analizando.

Así, por ejemplo, podríamos analizar una empresa de manufactura, que tendrá una  estructura diferente y  mostrará resultados diferentes a una empresa de consultoría o un negocio de distribución.

Tomemos por ejemplo una aerolínea. Una característica que todos identificamos con una línea aérea es su gran inversión en  activos. Y esos activos son los aviones. Así que es de esperar que aparezca una gran cuenta de activos en el balance general.

Otro tipo de negocios, como una empresa de consultoría, una firma de abogados, un estudio contable, en realidad, los únicos activos que podríamos esperar ver en el balance de ese tipo de negocio sería un ordenador portátil, sillas, mesas, y algunos equipos de oficina.

En cierto sentido el activo de estas empresas de servicios está en el intelecto y la capacidad de los consultores, abogados o contadores.   Pero bajo las normas contables, no podemos poner ese "activo intelectual"  en el balance de una empresa.

Así que cuando analicemos el desempeño  de diferentes empresas, tenemos que pensar en los modelos de negocio que bajo los que operan y cómo esto se refleja en el desempeño que vemos.

En nuestro siguiente tema, vamos a echar un vistazo a por qué tenemos que comenzar con el balance cuando se mira en el desempeño de una empresa.

Todo fluye a través de la hoja de balance. Nos da una gran comprensión de cómo un negocio se está desempeñando.

La importancia de los estados financieros

Así como un médico necesita de un termómetro para tomar la temperatura a un paciente y  conocer si tiene fiebre y a partir de ahí recetarle medicinas o, en su defecto, si y a no la tiene; saber que el tratamiento que le dio tuvo éxito, se requieren contar con los Estados Financieros para conocer la salud económico-financiera de la empresa a fin de saber lo que se ha hecho bien, corregir, si es el caso, las acciones adoptadas o tomar nuevas decisiones.

Pero por otro lado, hay otras personas que también están interesadas en conocer los números de la empresa. Así, un cliente podría necesitar saber cuál es la situación de la firma, a fin de  tomar la decisión de ordenar o no un pedido; una institución financiera necesitaría saber cómo le va a la empresa para otorgarle un préstamo; un proveedor, para extender una línea de crédito, y last but not least; un potencial accionista, antes de decidir aportar capital también requeriría conocer la situación de la firma.

Queda claro, que el conocer la información financiera es necesaria, pues es utilizada por los “clientes internos”: gerencia y accionistas, y los “clientes externos” proveedores, instituciones financieras y potenciales accionistas. No hay que dejar de lado a un cliente externo importantísimo:  el SRI, el cual requiere conocer los números de la empresa para poder: uno. Saber si la empresa cumplió con pagar el IGV requerido; y, dos. Calcular el monto del pago del impuesto a la renta.

La información financiera es provista por los Estados Financieros. Estos son reportes estandarizados, que bajo principios generalmente aceptados, a los cuales se les conoce como Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA), son preparados por profesionales especializados conocidos como contadores y que tienen como fin último dar a conocer -en forma integral- en un momento determinado o a lo largo de un período determinado, la situación económico-financiera de la empresa.

Los Estados Financieros son cuatro a saber: Balance General, Estado de Resultados, el Estado de Cambios en la Situación Patrimonial y el Flujo de Efectivo